lunes, 12 de enero de 2015

La monumentalidad de la Arquitectura

En primer lugar habría que explicar que entendemos por “las formas del pasado”. Hasta la aparición del Movimiento Moderno, durante los años 20 del siglo XX, los edificios se construían siguiendo indefectiblemente unos códigos formales que pertenecían vigentes desde tiempo inmemorial. El Movimiento Moderno vino a tratar de destruir esos códigos formales tan antiguos como la propia arquitectura, que conocemos vulgarmente como “las formas del pasado”. Los nuevos códigos impuestos por la modernidad, se basaban en la abstracción, la desnudez ornamental, la expresión geométrica pura y la renuncia a los estilos formales, que el Movimiento Moderno consideraba inútiles y perjudiciales. Estos nuevos códigos se impusieron un cierto tiempo, pero al cabo de dicho tiempo, se demostró que era esfuerzo baldío pretender borrar la historia de los estilos.
La sensibilidad humana se cansa de la frialdad y de la abstracción de ciertos edificios modernos, y hoy, vemos cómo se vuelven a utilizar formas del pasado. El Movimiento Moderno predicaba que había que olvidarse de las molduras, de los capiteles y de todos los ornamentos, ya que no formaban parte de la esencia del edificio. Sin embargo, el hombre necesita vivir junto a sus ornamentos. La prueba esta en nuestras propias casas, ornamentamos nuestras viviendas para hacerlas nuestras, personalizarlas.
Las formas ornamentadas del pasado, por otra parte, le dan un estilo a la arquitectura, aunque, los edificios del movimiento moderno también buscan su propio estilo, el estilo racionalista, mas conocido como el estilo moderno. Sin embargo deja insatisfechas a las personas. Muchas viviendas del movimiento modernos han sido transformadas por sus propietarios a lo largo del tiempo, precisamente para añadirles esas formas del pasado que le faltaban.
Las formas del pasado: las cubiertas de tejas a dos aguas, los ordenes arquitectónicos, las cornisas, las molduras, la ornamentación, los arcos, los frontones, etc. Nunca son malos en esencia. Un arquitecto actual puede usar legítimamente estor recursos formales y no por ello ser tachado de retrogrado o de ignorante. Precisamente el uso de esas formas del pasado da al arquitecto el valor de un conocedor culto de la historia.

Las formas del pasado dan un encanto especial incluso a lo que hacemos en el presente. Pensemos en los actuales diseños de automóviles, cada vez más frecuentemente se opta por revivals actualizados de clásicos de otras épocas. Si las formas retro son admitidas en otros ámbitos ¿Por qué iban a estar prohibidas en la arquitectura? Los arquitectos que admiten la utilización de formas del pasado en sus edificios no son los mas intolerantes e intransigentes, ya que ellos permiten la coexistencia con las formas del presente. En cambio hay cierta intolerancia entre los arquitectos modernos que pretenden desterrar de la arquitectura a la columna, al frontón, a la balaustrada, a la moldura y a la voluta.

martes, 6 de enero de 2015

¿Podemos hoy recurrir a las formas del pasado en la Aruiqtectura?


En primer lugar habría que explicar que entendemos por “las formas del pasado”. Hasta la aparición del Movimiento Moderno, durante los años 20 del siglo XX, los edificios se construían siguiendo indefectiblemente unos códigos formales que pertenecían vigentes desde tiempo inmemorial. El Movimiento Moderno vino a tratar de destruir esos códigos formales tan antiguos como la propia arquitectura, que conocemos vulgarmente como “las formas del pasado”. Los nuevos códigos impuestos por la modernidad, se basaban en la abstracción, la desnudez ornamental, la expresión geométrica pura y la renuncia a los estilos formales, que el Movimiento Moderno consideraba inútiles y perjudiciales. Estos nuevos códigos se impusieron un cierto tiempo, pero al cabo de dicho tiempo, se demostró que era esfuerzo baldío pretender borrar la historia de los estilos.


La sensibilidad humana se cansa de la frialdad y de la abstracción de ciertos edificios modernos, y hoy, vemos cómo se vuelven a utilizar formas del pasado. El Movimiento Moderno predicaba que había que olvidarse de las molduras, de los capiteles y de todos los ornamentos, ya que no formaban parte de la esencia del edificio. Sin embargo, el hombre necesita vivir junto a sus ornamentos. La prueba esta en nuestras propias casas, ornamentamos nuestras viviendas para hacerlas nuestras, personalizarlas.
Las formas ornamentadas del pasado, por otra parte, le dan un estilo a la arquitectura, aunque, los edificios del movimiento moderno también buscan su propio estilo, el estilo racionalista, mas conocido como el estilo moderno. Sin embargo deja insatisfechas a las personas. Muchas viviendas del movimiento modernos han sido transformadas por sus propietarios a lo largo del tiempo, precisamente para añadirles esas formas del pasado que le faltaban.
Las formas del pasado: las cubiertas de tejas a dos aguas, los ordenes arquitectónicos, las cornisas, las molduras, la ornamentación, los arcos, los frontones, etc. Nunca son malos en esencia. Un arquitecto actual puede usar legítimamente estor recursos formales y no por ello ser tachado de retrogrado o de ignorante. Precisamente el uso de esas formas del pasado da al arquitecto el valor de un conocedor culto de la historia.

Las formas del pasado dan un encanto especial incluso a lo que hacemos en el presente. Pensemos en los actuales diseños de automóviles, cada vez más frecuentemente se opta por revivals actualizados de clásicos de otras épocas. Si las formas retro son admitidas en otros ámbitos ¿Por qué iban a estar prohibidas en la arquitectura? Los arquitectos que admiten la utilización de formas del pasado en sus edificios no son los mas intolerantes e intransigentes, ya que ellos permiten la coexistencia con las formas del presente. En cambio hay cierta intolerancia entre los arquitectos modernos que pretenden desterrar de la arquitectura a la columna, al frontón, a la balaustrada, a la moldura y a la volutad.

lunes, 5 de enero de 2015

La Ornamentación ¿prescindible?

Basilica de San Pedro
Esta entrada tiene una relación paralela con el tema anteriormente mencionado sobre las formas del pasado, ya que el ornamento cada vez se esta dejando más de lado.

Podríamos decir que la tecnología no tiene nada que ver con el ornamento, que los nuevos tiempos llevan a cosas más simples, que cuanto más simple es una cosa, más se valora. Esto pasa también en muchos ámbitos y en muchos temas. Antes la gente vestía con grandes trajes y vestidos, grandes joyas, ahora ya no se recurre a eso. Hay gente que puede pensar que el ornamento es pura apariencia, que realmente no se necesita para querer transmitir algo o querer demostrar un estilo.

Hoy en día los nuevos edificios públicos o de empresas importantes, suelen ser de cristal o de bloques de hormigón, en estos materiales no es viable poner ornamento, ya que contrastaría totalmente con el tipo de material, ¿ se imaginas la torre Agbar de Barcelona decorada con ornamento en vez de con distintas luces?. La construcción ha evolucionado en tecnología y materiales, y podemos decir que cuanto más se evoluciona en materiales y tecnología, mas se deja de lado el ornamento. Ahora se recurre a otro tipo de impresiones que no son el ornamento, un claro ejemplo es Japón,  todo lo que quieren hacer resaltar, se resalta con luces de colores.

Otro tema importante en los tiempo que corren, es el tema económico, al recurrir al ornamento se necesita gente especializada, un gran trabajo de mano de obra y materiales especialmente caros y que necesitan más tratamiento del día a día, al igual que necesitan más tratamiento y cuidado del día a día los materiales, lo necesita también el ornamento, el cual hay que cuidar y mantener, otro gasto añadido.

La conclusión podríamos decir que cuanto más pasa el tiempo y progresamos en todos los aspectos, más se utilizan formas simples y de menor gasto. Tal vez llegue un día en el que único ornamento que quede es el de las reformas que se han ido haciendo y conservando más que las nuevas creaciones que nos llevan a lo simple y nos llevan a entrar en un diseño de lineas rectas y simples.
Villa Loos


sábado, 3 de enero de 2015

Una forma de ver la Arquitectura ¿arte o técnica?

Durante años nos hemos preguntado y seguimos preguntándonos si la arquitectura es arte o es técnica, ¿puede existir una arquitectura sin arte o sin técnica? O, ¿Es más importante el arte o la técnica en la arquitectura?
Por una parte podemos argumentar que la arquitectura es técnica por:

1 - Un arquitecto que domine las técnicas de la construcción de edificios y conozca bien la historia de la arquitectura puede prescindir de ser eso que se conoce como un “gran artista”. Los “grandes artistas” a la moda nunca han dado nada bueno a la arquitectura. Más bien han tendido a convertir la arquitectura en un juego de decoración. La arquitectura es algo más serio y más profundo que eso.

2 – El arte y lo artístico, como es subjetivo y ambiguo, siempre está dado al engaño. Se nos dice que es arte ciertas cosas extravagantes que jamás en la vida hubiésemos pensado que tienen un valor artístico. Esto también afecta a la arquitectura. Muchos edificios se nos presentan como grandes obras artísticas con el fin de crear una determinada opinión pública o vender una determinada idea comercial, pero a la hora de la verdad, técnicamente se trata de edificios que no funcionan bien (goteras, mal aislamiento térmico y acústico, derroche energético, excesivo costo…)

3 – Desde un punto de vista totalmente objetivo, es preferible que los edificios satisfagan antes los requerimientos técnicos que los requerimientos artísticos ¿Para qué nos sirve una casa que no cumple bien su función de refugio, por muy artísticamente que esté hecha?

4 - En la Grecia antigua no existía la palabra “arte”, que nace con el latín (“ars”, “artis”). Para referirse a lo que nosotros entendemos por arte, los griegos utilizaban la palabra τέχνη (“tecnos”). Los romanos inventan el arte (“ars”, “artis”), como aplicación de un saber más antiguo (τέχνη o “tecnos”). En realidad, el arte es la aplicación y conocimiento de una técnica, y no al contrario.

5– En 1910, el arquitecto vienés Adolf Loos escribe un artículo titulado “Arquitectura”, que tendrá una gran influencia posterior. En dicho texto se dice lo siguiente: «La casa debe agradar a todos, a diferencia de la obra de arte, que no tiene por qué gustar a nadie. La obra de arte ve la luz sin ninguna necesidad. La casa en cambio satisface una... La obra de arte es revolucionaria, la casa es conservadora... ¿No será que la casa no tiene nada que ver con el arte y que la arquitectura no debiera contarse entre las arte? Así es. Sólo una parte, muy pequeña, de la arquitectura corresponde al dominio del arte: el monumento funerario y el conmemorativo. Todo lo demás, todo lo que tiene una finalidad, debe excluirse del reino del arte.»

6 - «La arquitectura, en principio, no pertenece a aquello que se entiende por mundo del arte, precisa y paradójicamente a causa de la definición kantiana y artística de belleza: “aquello que agrada desinteresadamente”: La inmanencia crítica de la arquitectura moderna no es, ni siquiera, similar a la de las obras de arte; tiene demasiados intereses prácticos y destinos externos a ella misma que –aunque puedan no tener, en principio, interés crítico- la justifican. Por lo demás no creemos que la belleza sea un objetivo inmediato de la arquitectura. Kant, de cualquier modo, es responsable y primer culpable de haber introducido  a la arquitectura entre las Bellas Artes. Pocas cosas han inflingido más daño a la arquitectura que esta torpeza explotada y capitalizada, más tarde, por la clase parasitaria y en su nombre por las vetustas academias.»

Por otra parte podemos argumentar también que la arquitectura es arte:

1 - Los arquitectos son artistas como los pintores, escultores o músicos. Lo único que les diferencia de ellos es que tienen que dominar las matemáticas y la física para poder construir bien. Pero esto es instrumental y nunca se reflejará en su arte.

2 - Hasta el mejor de los constructores, hasta el mayor conocedor de las técnicas constructivas será un mal arquitecto si no sabe olvidar por un momento esas técnicas para dejar que vuele su imaginación irracionalmente, ya que el arte, incluso en la arquitectura, tiene mucho de irracional.

3 – El hecho de que una casa debe servir para vivir y una pintura no tiene porqué servir para nada, no le quita peso artístico a la arquitectura. Función y carácter artístico pueden convivir perfectamente en las creaciones humanas sin que la una moleste al otro.

4 – El arte está en todo lo que hace el ser humano. Hasta la guerra puede ser un arte. Los ingenieros también hacen arte. En realidad, lo que resulta algo falso es esa división mental que hacemos entre arte y técnica. Todo lo que es arte requiere una técnica, y toda técnica da lugar a un arte.

5- Podemos decir que la arquitectura es arte porque a lo largo de la historia los arquitectos se han formado en las escuelas de arte, el dibujo es el lenguaje de los arquitectos, y quien negaría que el lenguaje de arquitectos  como Giuliano da sangallo no es arte?

6-Todo proyecto de arquitectura tiene dos fases. La primera es objetiva, científica, técnica. La segunda es subjetiva, artística. Si falla la primera fase, el edificio se cae. SI falla la segunda fase, no es arquitectura, sino que es ingeniería.


En resumidas cuentas tanto el arte como la técnica dependen el uno del otro en la arquitectura, pero ¿cual es más importante?

¿Y porque este blog?

 Con este blog, desarrollo durante todo el cuatrimestre en la asignatura Historia, Teoría y Composición Arquitectónica I, pretendo hacer reflexionar al lector interesado en la Arquitectura sobre temas que nos parecen importantes acerca de ésta nuestra futura profesión, debatiendo sobre ellos y dando opinión al respecto.
    Todo visitante del blog queda invitado a comentar en los temas propuestos y a dejarnos su opinión y aportarnos así sus conocimientos en la materia, hanciéndonos reflexionar y aprender.

    Este blog está desarrollado por un estudiante de Tercer curso de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla.